“Hoy empieza todo” de Bertrand Tavernier, Francia, año 1999
Daniel Lefebvre es el director de la escuela infantil de un barrio marginal de un pueblo minero del norte de Francia, en el que el 30% de la población está en paro a causa de la crisis de la minería. En una sociedad donde la burocracia es más importante que las personas y la educación, Daniel lidia con los problemas cotidianos de sus estudiantes, yendo más allá de su papel de administrador. Cada familia se ve representada en cada niño con el dramatismo propio de la precariedad, el abandono e intolerancia. Pero es en esta lucha diaria que toma sentido “volver a empezar, hoy” en medio de los niños.
El ser educador no se debe limitarse al aula, a los horarios, a las tareas, a los contenidos o al salario. La tarea de educador es algo noble, algo con lo que comprometerse con seriedad y responsabilidad. Ir hacia el otro es parte fundamental de mi persona porque educar es acompañar, es compartir las alegrías, lo cotidiano, ponerse a la par del otro.